
No titubeamos en decir "acá hay química" cuando decimos a la vez lo mismo, nos miramos, hablamos sin hablar y todas esas cosas de las que tanto se jactan Chizo y Pamela en "la casa más famosa del país" sin convencernos de nada. Ese sería el coctel perfecto. (no el de Paty y Selma, sino el de tener qumica en todos los aspectos)
Pero qué pasa cuando nuestro cuento de hadas se nos viene abajo? Donde están las hormonas cuando preferimos comer un chocolate a tener sexo con esa persona o cuando preferimos hablar contra el espejo que con el otro? Es todo cuestión de piel, de química.
He aquí el dilema: esa química se puede construir? O si no está desde el principio, mejor nos resignamos?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Otros ombligos del mundo dijeron...