PEQUEÑOS TOQUES HACEN GRANDES RASGOS
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8 de junio de 2011

Hoy tuve mi primer dolor ajeno dentro de un consultorio. Y con dolor ajeno me refiero a uno de una persona desconocida. Estoy estudiando psicología y hoy me tocó presenciar una admisión psicológica a modo de presentación del paciente; con una psicóloga que lo entrevistaba.
  El paciente entró, se presentó (era de sexo masculino y tenía 60 años) y comenzó a dar los motivos que lo llevaron ahí. Pese a mi presencia (la cual no le gustó mucho) habló tranquilo. Estaba muy angustiado y se largó a llorar. Lloró con ganas, tapándose la cara.  Terminada la entrevista, me quedó una sensación rara.
 Acá es donde me planteo si alguien me va a enseñar a dominar esas situaciones, si en la carrera aprendemos como separarnos del caso y que no nos pegue duramente. Alguien me va a decir como encerrar mis sentimientos o como poner en un cajón los sentimientos de los otros? Quién me va a explicar como reprimir mis ganas de abarazar a esa persona, de tomarla de la mano y decirle "Estoy con vos"? Si, ya se. No es mi función, para eso están los amigos. Pero esas cosas se aprenden o me curaré del espanto a lo largo de toda la carrera? Porque eso solo era una entrevista, no me quiero imaginar lo que serán un par de sesiones.
 Habrá gente que nació para esto? Gente que haya nacido con el don de ser frió, objetivo y racional en estos momentos claves??  No se. Yo solo se que no quiero tener un consultorio.

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